Los Países Bajos (neerlandés: Nederland) son un encantador pequeño país en el delta de río de baja altitud del noroeste de Europa. Su paisaje de famosas tierras planas, gran parte de ellas recuperadas del mar, está salpicado de molinos de viento, campos de tulipanes en flor y pintorescos pueblos. Con más de 17 millones de personas viviendo en un área relativamente pequeña, este es un país europeo moderno densamente poblado. Aun así, incluso las ciudades más grandes han conservado una atmósfera de pueblo pequeño bastante relajada y muchas están repletas de patrimonio histórico. El país es comúnmente referido como Holanda, pero este nombre se refiere solo a dos de sus doce provincias y es impopular entre los neerlandeses que no son de Holanda del Norte o del Sur. Después de la Guerra de los Ochenta Años que llevó a la independencia de facto del país de España en 1581 (reconocida de jure por España en 1648), los Países Bajos se convirtieron en una gran potencia naval y una de las naciones más poderosas del mundo en un período conocido como la Edad de Oro Holandesa. Debido a su historia naval y comercial, esta pequeña nación presume de una riqueza de patrimonio cultural visible en muchas ciudades de todo el país. Este período también constituyó un pico cultural que produjo pintores renombrados como Rembrandt y Vermeer. Sus obras y muchas otras llenan los museos neerlandeses de primera clase que atraen a cientos de miles de visitantes cada año. A lo largo de los siglos, los Países Bajos han ganado una reputación por su tolerancia y progresismo: el país fue el primero en el mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y los neerlandeses generalmente tienen una actitud abierta hacia el cannabis y la prostitución. Como miembro fundador de la UE y la OTAN y anfitrión de la Corte Internacional de Justicia en La Haya, los Países Bajos están en el corazón de la cooperación internacional. Con su aeropuerto internacional Schiphol y su avanzada red de autopistas y líneas de tren de alta velocidad internacional, los Países Bajos son fáciles de alcanzar desde cualquier lugar. Su pequeño tamaño, actitud acogedora y vistas interesantes lo convierten en un destino único y fácil de descubrir y una gran adición a cualquier viaje por Europa.
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